Ruta buscadora fluvial en el río Magdalena: un camino de esperanza para las familias de desaparecidos

¿Qué es la ruta buscadora fluvial en el río Magdalena?

La Ruta buscadora fluvial en el río Magdalena es una iniciativa inédita de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), cuyo propósito principal es atender y acompañar a las familias que durante años han buscado a sus seres queridos. Esta embarcación, que recorrerá distintos puertos ribereños, representa no solo un esfuerzo humanitario, sino también un símbolo de reparación y memoria en territorios marcados por la violencia y el conflicto armado en Colombia.

La UBPD anunció que la primera jornada comenzará el domingo 5 de octubre a las 9:00 de la mañana en Barrancabermeja, con la presencia de su directora general, Luz Yane Forero. Desde allí, la embarcación emprenderá un recorrido que culminará en el municipio de Mompox, pasando por 21 localidades a lo largo del río Magdalena.


Un proyecto humanitario para las familias de desaparecidos

La iniciativa surge como respuesta directa a las solicitudes de las familias que han insistido en la necesidad de realizar acciones de búsqueda en lugares vinculados al conflicto armado, particularmente en las cuencas del río Magdalena. La embarcación adaptada no solo transportará a los funcionarios de la Unidad, sino también la esperanza de miles de personas que, durante décadas, han vivido con la incertidumbre de no saber dónde están sus seres queridos.

El carácter humanitario del proyecto busca aliviar el sufrimiento de estas familias, ofreciendo espacios de acompañamiento, asesoría y participación. A través de la ruta, las víctimas podrán sentirse escuchadas y respaldadas en su lucha por la verdad y la memoria.


El recorrido de la ruta: municipios ribereños que serán atendidos

La ruta comenzará en Barrancabermeja y tendrá como destino final el municipio de Mompox. Durante el trayecto, hará paradas en diferentes puertos y localidades, entre ellas Puerto Wilches, Cantagallo, San Pablo, Cerro de Burgos (Cimití), Gamarra, La Gloria y Regidor.

En total, serán 21 municipios los que recibirán la visita de la unidad móvil, convirtiéndose en puntos de encuentro entre las familias y la UBPD. Cada parada estará marcada por jornadas de atención integral, donde las comunidades podrán acercarse a las carpas habilitadas para recibir orientación e iniciar trámites relacionados con los procesos de búsqueda.


Acciones y servicios ofrecidos durante la ruta buscadora fluvial

La Ruta buscadora fluvial en el río Magdalena no se limita al traslado simbólico por el río, sino que lleva consigo una serie de servicios diseñados para responder a las múltiples necesidades de las familias.

Carpas de atención y recepción de solicitudes

En cada puerto se habilitarán espacios donde los ciudadanos podrán erradicar nuevas solicitudes de búsqueda, así como consultar el estado de los casos ya abiertos. Estos puntos de atención se convierten en un canal directo entre las comunidades afectadas y el personal de la UBPD.

Muestras de ADN y cotejo de cuerpos

Uno de los componentes más relevantes de la ruta es la posibilidad de entregar muestras de ADN. Estas se utilizarán para cotejar información con cuerpos recuperados en cementerios y fosas comunes, un paso fundamental en la identificación de personas desaparecidas.

Orientación confidencial y apoyo a las familias

La UBPD ha subrayado que toda la información proporcionada será tratada con carácter humanitario, confidencial y extraoficial. Ninguna autoridad podrá obligar a las familias a revelar los datos que entreguen. Este enfoque busca generar confianza en comunidades que, durante años, han vivido con miedo y desconfianza hacia las instituciones.


La magnitud del problema: cifras de desaparecidos en Colombia

Según datos de la UBPD, en Colombia existen actualmente 132.000 personas dadas por desaparecidas. De ellas, cerca de 6.000 corresponden al Magdalena Medio, región que ha sido uno de los escenarios más golpeados por el conflicto armado.

La magnitud del problema refleja un dolor colectivo que atraviesa generaciones. La desaparición forzada no solo afecta a las víctimas directas, sino también a sus familias, quienes cargan con la incertidumbre, el duelo inconcluso y la falta de justicia.

La Ruta buscadora fluvial en el río Magdalena busca aportar respuestas en un contexto donde las cifras no solo representan estadísticas, sino también historias de vida, proyectos truncados y familias que siguen esperando un reencuentro o, al menos, la verdad sobre lo ocurrido.


Un río con memoria: el simbolismo del Magdalena en el conflicto armado

El río Magdalena, además de ser uno de los afluentes más importantes del país, guarda en sus aguas y orillas capítulos dolorosos de la historia nacional. No solo fue testigo, sino también escenario de múltiples hechos de violencia.

Durante años, se denunció que cuerpos de víctimas del conflicto eran arrojados al río, convirtiéndolo en un lugar cargado de simbolismo y memoria. Hoy, la ruta fluvial pretende resignificar este espacio, transformando su historia de dolor en un camino de esperanza y verdad.


La importancia de la solidaridad y la memoria colectiva

Más allá de los servicios técnicos, la ruta busca generar un impacto emocional y cultural en las comunidades. La UBPD ha programado actividades artísticas y culturales que incluyen obras de teatro y expresiones simbólicas destinadas a sensibilizar a la población.

Actividades culturales y expresiones simbólicas

Estas acciones buscan llegar al corazón de las personas, recordando que el sufrimiento de las familias no debe ser visto con indiferencia. El arte se convierte así en un vehículo para generar conciencia social y fomentar la solidaridad.

Conversatorios con actores claves

Durante el lanzamiento, también se desarrollarán conversatorios en los que participarán actores relevantes en el proceso de búsqueda. Dos preguntas guiarán estos encuentros:

  • ¿Cómo has contribuido a la búsqueda humanitaria?
  • ¿Cómo vas a contribuir para aliviar el sufrimiento de las familias buscadoras?

Estas reflexiones buscan fortalecer la participación de distintos sectores de la sociedad en la construcción de memoria y reparación.


Conclusión: un país que necesita sanar

La puesta en marcha de la Ruta buscadora fluvial en el río Magdalena es un esfuerzo que combina lo humanitario, lo simbólico y lo técnico. Es un recordatorio de que Colombia tiene una deuda histórica con las víctimas y que la verdad y la memoria son elementos fundamentales para construir una sociedad más justa.

El país necesita romper con la indiferencia frente al sufrimiento de miles de familias. Iniciativas como esta no solo alivian la carga de quienes buscan a sus seres queridos, sino que también invitan a toda la sociedad a reconocer la importancia de la solidaridad y la empatía.

En este viaje, el río Magdalena deja de ser únicamente testigo de dolor para convertirse en un cauce de esperanza y dignidad.