Intervenciones de bienestar animal en Barrancabermeja tras rescate de perros vulnerables

Acciones recientes de bienestar animal en Barrancabermeja

El Departamento de Bienestar Animal de la Secretaría de Ambiente y Transición Energética llevó a cabo dos importantes intervenciones durante la última semana en los barrios Camino de San Silvestre y El Progreso. Ambas actuaciones reflejan el compromiso institucional por fortalecer el bienestar animal en Barrancabermeja, un objetivo que se consolida a través de acciones de rescate, atención clínica y seguimiento preventivo de animales vulnerables en el distrito.

Según informó la entidad, solo en lo que va de 2025 se han atendido 70 perros y gatos en riesgo, además de 30 ejemplares de fauna silvestre que requirieron asistencia especializada. Estas cifras evidencian un aumento en los reportes ciudadanos y en la capacidad de respuesta de los equipos técnicos, quienes continúan trabajando de manera articulada con la Policía Ambiental.

Caso del perro hallado en condiciones críticas

Uno de los hechos más destacados ocurrió en Camino de San Silvestre, donde un perro identificado como “Primo” fue encontrado en estado crítico tras haber sido atacado por otros caninos. La situación generó preocupación en la comunidad, lo que activó un operativo especial para localizarlo y proporcionarle atención urgente.

Búsqueda y rescate del canino “Primo”

La Secretaría de Medio Ambiente, junto con la Policía Ambiental y el equipo veterinario, inició la búsqueda del animal el día anterior, después de recibir un reporte ciudadano que indicaba que el perro deambulaba por una zona boscosa aledaña al sector. El operativo se extendió por más de cinco horas, debido a la complejidad del terreno ubicado en la parte posterior del asentamiento España.

Finalmente, “Primo” fue localizado al día siguiente. Según la información facilitada por la familia que asegura haber tenido al perro bajo su cuidado, el ataque ocurrió durante una pelea entre caninos. Además, indicaron que la persona responsable de su atención había abandonado la ciudad, dejando al animal sin supervisión. Gracias a la intervención conjunta de las autoridades, el perro fue trasladado de inmediato para recibir atención profesional.

Diagnóstico veterinario y estado de salud

Durante la valoración médica, los veterinarios confirmaron lesiones compatibles con mordidas de otro perro, descartando así versiones falsas que circulaban en redes sociales sobre un supuesto ataque con arma blanca. El equipo profesional detectó signos de infección avanzada, fiebre y presencia de gusanos en diversas zonas del cuerpo, incluso dentro de la cavidad oral.

El animal también presentaba un estado severo de desnutrición, probablemente debido a la dificultad para alimentarse tras las heridas. Tras su rescate, “Primo” fue ingresado en un centro veterinario donde recibe tratamiento médico, limpieza profunda de las lesiones y un protocolo de recuperación diseñado para estabilizar su condición. Las autoridades reiteraron que todas las acciones se inscriben en la política institucional de bienestar animal en San Silvestre, que busca garantizar la protección de los animales vulnerables en el territorio.

Otro rescate en el barrio El Progreso

El segundo caso reportado esta semana ocurrió en el barrio El Progreso, donde un perro en estado evidente de abandono fue encontrado por las autoridades ambientales. El ejemplar presentaba signos de malnutrición y requería atención veterinaria inmediata.

Tras ser valorado por los profesionales, el perro fue adoptado por un integrante de la Policía Nacional, quien asumió su cuidado definitivo. Este acto fue destacado por la Secretaría como un ejemplo de corresponsabilidad ciudadana, subrayando la importancia de la adopción consciente y del compromiso hacia los animales en situación de riesgo.

Cifras actuales del bienestar animal en el distrito

Las intervenciones recientes se suman a los censos que la Secretaría de Medio Ambiente realiza periódicamente en refugios y hogares de paso. Hasta la fecha, se han registrado 275 perros y 961 gatos bajo supervisión institucional, de los cuales 161 felinos han sido esterilizados como parte del programa de control poblacional.

Estas cifras refuerzan la necesidad de seguir fortaleciendo las acciones de bienestar animal en San Silvestre a través de programas que incluyan atención veterinaria, esterilización, educación ciudadana y vigilancia continua. La gestión articulada entre instituciones públicas y la comunidad ha permitido mejorar los tiempos de respuesta ante casos de riesgo, así como promover entornos más seguros y saludables para los animales.

Llamado de la Secretaría de Medio Ambiente a la comunidad

La Secretaría reiteró que para prestar una atención oportuna es fundamental que los ciudadanos reporten de manera precisa la ubicación de los animales en riesgo. En el caso de “Primo”, la búsqueda se prolongó debido a la dificultad para localizarlo en una zona boscosa y de difícil acceso. Una comunicación clara y rápida puede marcar la diferencia en situaciones críticas.

La entidad también insistió en la responsabilidad que implica la tenencia de animales de compañía. Subrayó que el abandono, la falta de supervisión y la negligencia pueden poner en peligro la vida de los animales y generar riesgos adicionales para la comunidad. Por ello, instó a denunciar cualquier caso de maltrato, abandono o riesgo inminente.

La administración distrital reafirmó su compromiso con el bienestar animal, señalando que estas actuaciones forman parte de una política pública que prioriza la protección, el respeto y la seguridad de todas las especies presentes en el territorio. Asimismo, recordó que los ciudadanos son actores fundamentales en la preservación de un entorno digno y seguro para los animales.

La importancia de la participación ciudadana en la protección del bienestar animal

La protección del bienestar animal dentro de cualquier comunidad no depende únicamente de las instituciones públicas, sino que se construye día a día gracias a la participación activa de la ciudadanía. En los últimos años, diferentes entidades ambientales y grupos defensores de animales han subrayado que el papel de los vecinos es fundamental para detectar, prevenir y denunciar situaciones de riesgo que afecten a animales domésticos o de fauna silvestre. Esta colaboración se convierte en la base para fortalecer programas de atención, rescate y recuperación, ya que facilita a las autoridades identificar problemáticas en el territorio y actuar con mayor rapidez. Cada reporte que realiza un ciudadano puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de un animal vulnerable, especialmente en zonas rurales o sectores urbanos donde el acceso es complejo o donde los animales pueden pasar desapercibidos. De hecho, muchas de las intervenciones exitosas registradas por las instituciones se originan en llamadas, fotografías o mensajes enviados por vecinos que, al observar una situación irregular, optan por no guardar silencio y solicitar apoyo inmediato.

La conciencia colectiva también permite visibilizar problemáticas que, de otro modo, permanecerían ocultas, como el abandono progresivo, la falta de atención veterinaria o los incidentes de maltrato. Cuando la comunidad entiende la importancia de actuar con responsabilidad y empatía, se genera un entorno social en el que proteger a los animales deja de ser una tarea aislada y se convierte en un compromiso compartido. Además, la educación juega un papel clave: campañas escolares, charlas comunitarias y actividades formativas ayudan a que niños, jóvenes y adultos comprendan que un animal es un ser vivo que siente, padece y requiere cuidados básicos para mantenerse sano y seguro. Esta formación ciudadana contribuye a reducir prácticas normalizadas durante años, como dejar a un animal deambulando sin supervisión, no esterilizarlo o permitir que se reproduzca sin control, situaciones que derivan en sobrepoblación, conflictos territoriales y sufrimiento innecesario.

Por otra parte, la participación no solo consiste en denunciar; también implica adoptar comportamientos responsables. Acciones como esterilizar a los animales de compañía, mantenerlos identificados, evitar su libre circulación, proporcionarles alimentación adecuada y garantizar revisiones veterinarias periódicas contribuyen directamente a disminuir los casos de enfermedad, abandono y agresiones entre animales. En comunidades donde se adopta esta cultura de cuidado responsable, la cantidad de intervenciones de emergencia suele reducirse, lo que permite que las instituciones puedan dedicar más recursos a programas preventivos, campañas de sensibilización y atención especializada a fauna silvestre. Asimismo, la colaboración ciudadana genera redes de apoyo entre vecinos, protectoras y voluntarios, lo que facilita la atención inmediata en situaciones de urgencia mientras las autoridades llegan al lugar. Este tejido social, basado en la solidaridad y el respeto hacia la vida animal, fortalece la construcción de un entorno más humano, más seguro y más justo para todas las especies que conviven en el territorio. En resumen, la participación ciudadana no solo complementa el trabajo institucional: es un pilar esencial para garantizar la protección, la dignidad y el bienestar de los animales en cualquier comunidad.