Búsqueda de personas desaparecidas en Barrancabermeja avanza con exhumaciones en el cementerio La Resurrección

Trabajo conjunto entre la Unidad de Búsqueda y la Alcaldía de Barrancabermeja

La búsqueda de personas desaparecidas en Barrancabermeja ha dado un nuevo paso con los trabajos de exhumación que se adelantan en el cementerio La Resurrección. Esta labor, liderada por la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), cuenta con el apoyo crucial de la Alcaldía Distrital, cuya cooperación ha sido descrita como “fundamental” por los equipos de trabajo en terreno.

El compromiso institucional de la administración local ha permitido la protección adecuada de las zonas de interés forense, condición esencial para garantizar la integridad del proceso. Gracias a esta sinergia, se han podido documentar más de 150 cuerpos en esta etapa de intervención, abriendo la posibilidad de identificación para muchas familias que esperan respuestas desde hace décadas.

Exhumaciones en el cementerio La Resurrección: una labor meticulosa y esperanzadora

Cada movimiento en el terreno se realiza con extremo cuidado. Los antropólogos y forenses trabajan con total concentración, conscientes de que cada resto óseo puede conducir a una identificación. En palabras del antropólogo Carlos Andrés Ariza, este proceso “es la posibilidad de dar buenas noticias a las familias que por años han esperado este momento”.

Actualmente, las labores se desarrollan sobre un área de aproximadamente 200 metros cuadrados, donde se han encontrado 31 sepulturas. Estas exhumaciones hacen parte de una etapa crítica de la búsqueda de personas desaparecidas en Barrancabermeja, focalizada en cadáveres inhumados entre los años 2000 y 2001.

La técnica arqueológica aplicada en la búsqueda de desaparecidos

El procedimiento forense incluye técnicas arqueológicas especializadas para preservar tanto los restos como su contexto. La información recolectada es vital para establecer patrones de inhumación, identificar posibles irregularidades y, sobre todo, vincular identidades con las familias que aún esperan respuestas. Cada osamenta es tratada como evidencia que puede reescribir la historia y aliviar el dolor de quienes han vivido décadas sin saber de sus seres queridos.

Avances en la identificación de cuerpos y solicitudes clave como la de Franklin Armesto

Uno de los casos más sensibles en esta jornada de trabajo corresponde al de Franklin Armesto Pacheco, desaparecido a finales de los años noventa. Su familia presentó la solicitud ante la UBPD y hoy, gracias a esta intervención, las probabilidades de hallarlo se han reactivado.

La importancia de este caso no solo radica en su carga emocional, sino también en el precedente que sienta para otras solicitudes similares. En total, 154 cuerpos han sido documentados como de interés para la entidad, lo que representa una ventana de esperanza para muchas familias que integran el extenso listado de desaparecidos.

Resultados obtenidos hasta la fecha y lo que se espera para el cierre de la jornada

Hasta ahora, se han recuperado 23 cuerpos en el cementerio La Resurrección desde que comenzó esta etapa de búsqueda en 2023. Las labores actuales culminarán el próximo 18 de julio, fecha que marcará un hito importante en la búsqueda de personas desaparecidas en Barrancabermeja.

Los expertos esperan que, tras las identificaciones posteriores, al menos parte de estas familias puedan cerrar un ciclo de incertidumbre y dolor con una cristiana sepultura para sus seres queridos.

Etapas del cementerio y análisis forense: claves para la reconstrucción histórica

El análisis exhaustivo de la zona ha permitido entender cómo fue el proceso de poblamiento del área seis del cementerio. Este sector ha sido dividido en cuatro etapas, cada una correspondiente a un rango temporal específico que ayuda a establecer un marco de análisis más claro y útil.

Cronología de inhumaciones en el área seis del cementerio

  • Etapa 1: entre 1990 y 2001
  • Etapa 2: entre 2001 y 2005
  • Etapa 3: entre 2005 y 2016
  • Etapa 4: de 2016 hasta la actualidad

Este enfoque permite a los investigadores correlacionar fechas, patrones de violencia en la región y registros civiles para aumentar las probabilidades de identificación. Saber que se trabaja específicamente sobre cadáveres de la etapa uno da mayor precisión a las familias y fortalece el proceso judicial y humanitario.

La importancia del apoyo institucional y el cierre digno para las familias

El respaldo de la Alcaldía de Barrancabermeja ha sido constante, tanto en la protección de los sitios como en la logística del proceso. La búsqueda de personas desaparecidas en Barrancabermeja no sería posible sin esta coordinación interinstitucional, que incluye también a colectivos de víctimas, investigadores y personal técnico.

Para muchas familias, este proceso representa algo más que un trámite administrativo o forense: es una oportunidad de cerrar heridas, de recuperar la memoria y de otorgar dignidad a quienes partieron sin despedida. Es también una forma de construir verdad, justicia y reparación.

Con cada cuerpo identificado, no solo se alivian los corazones de los familiares, sino que también se fortalece el tejido social de una ciudad que ha vivido momentos difíciles, pero que avanza con determinación hacia una paz basada en la verdad.

Voces que esperan: el testimonio de las familias como motor del proceso

Detrás de cada cuerpo exhumado hay una historia, un nombre y una familia que ha vivido años de incertidumbre. Las familias son el alma de este proceso. Su persistencia ha sido la fuerza impulsora que mantiene viva la búsqueda de personas desaparecidas en Barrancabermeja, incluso en medio de la burocracia, el silencio institucional y el paso del tiempo. Los relatos de madres, padres, hermanos e hijos que nunca dejaron de buscar a sus seres queridos reflejan la dimensión humana y emocional de este trabajo forense.

María del Carmen, madre de un joven desaparecido en 1999, ha acudido cada semana al cementerio La Resurrección desde que iniciaron las exhumaciones. Para ella, ver a los equipos de la UBPD trabajar con respeto y profesionalismo sobre la tierra donde podrían descansar los restos de su hijo es reconfortante, aunque también doloroso. “Yo vengo, me siento en silencio y miro cómo trabajan. A veces lloro, a veces me da esperanza. Lo único que quiero es encontrarlo, sea como sea”, relata con voz entrecortada.

Estos testimonios se suman a los de decenas de familias que han entregado muestras genéticas, fotografías, prendas de vestir y cualquier otro indicio que pueda ayudar a facilitar el proceso de identificación. Su colaboración no solo aporta datos valiosos para los equipos forenses, sino que humaniza el procedimiento y recuerda a todos los involucrados que cada osamenta representa una vida arrebatada.

La UBPD ha implementado metodologías de atención psicosocial para acompañar a estas familias durante el proceso. A través de encuentros comunitarios, jornadas de diálogo y espacios de memoria, se ha creado una red de apoyo mutuo entre quienes comparten el mismo dolor. Estos espacios también han servido para que las víctimas ejerzan su derecho a la verdad, exigiendo transparencia y continuidad en la búsqueda de personas desaparecidas en Barrancabermeja.

Uno de los grandes logros de esta intervención ha sido visibilizar el impacto que la desaparición forzada ha tenido en la región. Barrancabermeja, ciudad históricamente marcada por el conflicto armado, ha sido testigo de numerosos casos de desapariciones, muchos de ellos ocurridos en contextos de violencia política y social. Las exhumaciones actuales no solo buscan responder al pasado, sino también sentar las bases de una política de memoria que impida que estos hechos se repitan.

En definitiva, la recuperación de cuerpos y su eventual identificación es solo una parte del proceso. El verdadero objetivo es restituir la dignidad de las víctimas y ofrecer a sus familias una respuesta que, aunque tardía, sea sanadora. Por eso, esta etapa de la búsqueda de personas desaparecidas en Barrancabermeja no puede entenderse únicamente desde lo técnico o lo institucional, sino también desde el dolor, la resistencia y la esperanza de quienes han esperado por décadas una verdad que les fue negada.