Protesta de volqueteros de la Lizama por incumplimientos de pagos

Volqueteros de La Lizama suspenden labores por falta de pagos

Desde el pasado jueves 22 de mayo, los volqueteros de los corregimientos La Cascajera, Pozo Nutria, y zonas aledañas tomaron la determinación de suspender sus actividades laborales como medida de protesta. La razón principal es el incumplimiento reiterado en los pagos por parte de la empresa contratista a cargo del tramo vial conocido como La Lizama UF13, que hace parte del proyecto vial Sabana de TorresBarrancabermeja

Los transportadores afirman haber trabajado durante meses sin recibir la compensación correspondiente por sus servicios, lo que ha derivado en una situación económica crítica para el gremio. A pesar de haber continuado con sus labores de transporte de materiales para las obras, no han visto reflejado en sus ingresos el fruto de su trabajo.

El ambiente en la zona se tornó tenso cuando los volqueteros decidieron paralizar completamente sus operaciones como señal de inconformidad. La protesta de volqueteros en La Lizama ha sido un llamado urgente no solo al cumplimiento de los acuerdos laborales, sino también a la intervención de las autoridades para buscar una solución justa y pronta.

Los afectados denuncian crisis económica por retrasos

Según los testimonios recogidos en el lugar, los trabajadores han tenido que cubrir con recursos propios los gastos de combustible, mantenimiento de vehículos y otros costos operativos esenciales para poder seguir prestando el servicio. Este esfuerzo ha generado un profundo desgaste económico en las familias de los conductores, muchos de los cuales viven en condiciones humildes y dependen exclusivamente de esta actividad para su sustento.

“Nosotros hemos cumplido con trabajar. No entendemos por qué no nos pagan. Dicen que es un tema de facturación, pero son ellos mismos quienes dilatan el proceso”, expresó uno de los voceros del gremio.

La situación se ha vuelto insostenible. Algunos trabajadores aseguran que llevan hasta tres meses sin recibir un solo peso, a pesar de que los volqueteros continúan movilizando material para la ejecución del proyecto vial. Esta cadena de incumplimientos ha minado la confianza de la comunidad laboral y ha despertado la indignación generalizada.

Intento de retiro de maquinaria agravó el conflicto

Durante la noche del jueves, la tensión aumentó cuando los trabajadores se percataron de un intento por parte de la empresa contratista, en compañía de la Policía, de retirar la maquinaria del lugar sin previo aviso. Según los volqueteros, esta acción se llevó a cabo en horarios no convencionales y sin notificación previa, lo que fue interpretado como una maniobra evasiva para dejar el proyecto abandonado y evadir responsabilidades económicas.

Rápidamente, los volqueteros acudieron al sitio y lograron impedir el retiro de la maquinaria. “Si no nos quieren pagar, no se pueden llevar nada. Nosotros también tenemos familias y estamos defendiendo nuestros derechos”, afirmó uno de los afectados, visiblemente molesto por la situación.

Este episodio generó aún más indignación entre los trabajadores, quienes lo consideran un atropello por parte de la empresa. La protesta de volqueteros en La Lizama tomó entonces un nuevo matiz: no solo es una manifestación por incumplimientos contractuales, sino una defensa activa de sus derechos laborales y patrimoniales.

Llamado a las autoridades ante la protesta de volqueteros en La Lisama

Frente al escenario de tensión y abandono, los manifestantes han hecho un llamado urgente a las autoridades locales y nacionales para que intervengan. Solicitan que se haga una verificación a fondo de los contratos firmados, los compromisos de pago adquiridos y las posibles irregularidades en la ejecución de los acuerdos laborales.

“Necesitamos un ente que nos ayude a mediar. No es justo que después de trabajar con responsabilidad y compromiso, nos respondan con evasivas y amenazas veladas”, reclamó un conductor del corregimiento La Fortuna.

La comunidad espera que entidades como la Defensoría del Pueblo, la Personería Municipal y hasta el Ministerio de Transporte tomen cartas en el asunto y velen por el cumplimiento de los derechos laborales. La protesta de volqueteros en La Lizama continúa de forma pacífica, pero los líderes advierten que no levantarán el paro hasta recibir garantías formales y verificables.

Inconformidad con el Grupo Ortiz

Los trabajadores apuntan directamente al Grupo Ortiz, contratista principal de la obra, como el responsable de los retrasos en los pagos. Según su versión, la empresa se escuda en trámites administrativos para justificar la falta de desembolsos, mientras que ellos siguen enfrentando gastos operativos todos los días.

El enojo colectivo crece al observar que, a pesar de los retrasos en los pagos, el Grupo Ortiz no ha mostrado voluntad de diálogo ni ha propuesto un cronograma claro para el cumplimiento de las obligaciones económicas. Las promesas de solución han quedado en palabras vacías, mientras la angustia y el desgaste aumentan entre los transportadores.

La comunidad exige intervención inmediata

La protesta cuenta con el respaldo de vecinos y líderes comunales, quienes reconocen la importancia del trabajo de los volqueteros en el desarrollo del corregimiento y en la dinámica económica local. Muchos temen que, de persistir la situación, se generen mayores conflictos sociales y se paralicen otros frentes de trabajo en la región.

Los representantes del gremio insisten en que están abiertos a negociar y retomar las labores, siempre y cuando se establezcan mecanismos reales de cumplimiento. “Queremos trabajar, no queremos pelear, pero también exigimos respeto”, concluyó un vocero.

Costos operativos asumidos por los trabajadores

Una de las principales quejas expresadas en la protesta es que los costos operativos han sido asumidos completamente por los mismos volqueteros, lo que los ha llevado a endeudarse y sacrificar incluso sus necesidades básicas. Han tenido que pagar repuestos, mecánicos, llantas, lubricantes y otros insumos, sin tener ingresos que respalden ese esfuerzo.

“Estamos en ceros. Ya debemos gasolina, comida, arreglos. No podemos seguir así”, lamentó uno de los transportadores, al borde del llanto. La situación se agrava con el paso de los días y sin una solución a la vista.

Negociaciones estancadas y tensión creciente

Hasta el momento, las reuniones con representantes del proyecto no han dado frutos. Los transportadores aseguran que no se ha establecido un canal de diálogo efectivo ni una hoja de ruta clara para resolver el conflicto. Mientras tanto, las volquetas siguen detenidas y la maquinaria permanece bloqueada por los trabajadores, como medida de presión.

La protesta de volqueteros en La Lizama podría prolongarse si no se atienden sus demandas. Los manifestantes han sido enfáticos: no levantarán el paro hasta que se respeten los acuerdos firmados y se les reconozca el pago completo por los servicios prestados.