Obra de CENIT alteraría el terreno y fuentes de agua en predio local
Un ciudadano del corregimiento de Puente Sogamoso, en el municipio de Puerto Wilches (Santander), ha denunciado públicamente afectaciones por obra de CENIT que ha generado graves afectaciones en su propiedad. La construcción de un poliducto en la zona, según su testimonio, ha alterado las condiciones naturales del terreno, provocando el desvío del cauce de una quebrada y comprometiendo seriamente la estabilidad de su fuente de sustento: varios estanques con especies piscícolas como cachama y bocachico.
El denunciante asegura que la obra modificó la hidrología del lugar, generando acumulación de sedimentos y materiales como hojas, madera y piedras, lo que terminó desviando el curso natural del agua. Esta alteración ha derivado en una pérdida significativa del caudal disponible para sus estanques, afectando directamente su producción y sus ingresos.
El afectado relata que, desde que comenzaron las obras de instalación del poliducto por parte de CENIT, no se tomaron las medidas necesarias para proteger el ecosistema del predio. Aunque inicialmente se había previsto la construcción de una estructura mitigadora, como una batea, esta nunca fue completada ni revisada por la empresa, a pesar de las múltiples promesas realizadas.
El testimonio del afectado: pérdida de sustento y daños continuos
El ciudadano, visiblemente afectado por la situación, explicó que una sección del poliducto quedó expuesta sobre la superficie en un tramo que atraviesa la quebrada. Esta situación provocó que el flujo del agua se desviara de su cauce original, causando un nuevo curso que atraviesa su finca y afecta directamente sus estanques piscícolas.
“Lo que está pasando es que la tubería quedó expuesta en la mitad de la quebrada, y eso hizo que se acumulara material, trancando el paso del agua. El caudal rebotó hacia el otro lado, y se fue desviando hasta formar un nuevo cauce que me perjudica directamente”, explicó.
El denunciante también recordó que en una ocasión una ingeniera de CENIT reconoció el problema y sugirió una solución: “Ella dijo que iban a hacer una batea para controlar el desvío, pero nunca volvieron. Años después vinieron supuestamente a hacer una reparación, pero solo se centraron en proteger el tubo, no en cuidar la integridad de mi propiedad ni la de mi familia”.
La desviación del cauce y la amenaza a los estanques
Una de las principales consecuencias de estas obras es la alteración directa del entorno hidráulico. El cauce desviado ha llevado el agua en dirección contraria, afectando el terreno y generando erosión progresiva. “Si no estuvieran esos árboles, el agua ya habría roto hacia mi casa. El muro que construyeron está mal orientado y lo advertí en su momento”, explicó el ciudadano.
Añade que no fue escuchado cuando intentó advertir a los ingenieros encargados sobre los riesgos: “Les dije que cambiaran la dirección del muro, no el diseño. Pero el ingeniero insistió en que él sabía lo que hacía. Hoy, las consecuencias las estoy pagando yo”.
La falta de un enfoque preventivo y la escasa atención a los impactos ambientales y sociales han convertido esta obra en un problema para quienes habitan en los alrededores.
Respuesta de CENIT y llamado a las autoridades
Desde Noticias Telepetróleo se realizó un contacto con el área de comunicaciones de la empresa CENIT, desde donde se manifestó que el caso será revisado para emitir una respuesta oficial. Hasta el momento, no se ha conocido un pronunciamiento claro por parte de la compañía.
El denunciante, por su parte, ha insistido en la necesidad de que las autoridades locales y regionales tomen cartas en el asunto y realicen una supervisión efectiva de los proyectos de infraestructura que se desarrollan en la región. Enfatiza que las obras deben considerar el impacto real que pueden tener sobre las comunidades y el medio ambiente.
Sin soluciones concretas tras años de reclamos
A pesar de los años transcurridos y de las múltiples gestiones realizadas, el afectado afirma que sus reclamos no han encontrado eco. “Trajeron expertos, entre comillas, que dijeron que todo estaba bien. Pero yo sigo viendo cómo mi propiedad se deteriora y mi sustento se pierde”, lamenta.
Este caso pone en evidencia la necesidad de reforzar los mecanismos de seguimiento a los proyectos ejecutados por empresas privadas en zonas rurales. Además, resalta la urgencia de escuchar y atender las voces de los ciudadanos que se ven directamente perjudicados por las decisiones técnicas tomadas sin consulta ni sensibilidad social.
La comunidad de Puerto Wilches, al igual que muchas otras en Colombia, exige que se garantice el respeto por el entorno y la vida de sus habitantes en medio del desarrollo energético del país. Solo así podrá hablarse de un crecimiento verdaderamente sostenible.
Obra de CENIT genera afectaciones graves en Puerto Wilches
Las afectaciones por obra de CENIT en Puerto Wilches han provocado una preocupación creciente entre los habitantes de la región, especialmente para quienes, como el ciudadano denunciante, dependen directamente de los recursos naturales para subsistir. En este caso, la intervención de la empresa sobre un tramo del terreno atravesado por un poliducto ha modificado por completo el equilibrio hídrico del entorno. El predio afectado cuenta con estanques que abastecen un proyecto piscícola, cuya rentabilidad depende directamente del acceso constante al agua de la quebrada vecina. Sin embargo, la obra dejó expuesta una parte de la tubería justo en medio del cauce, generando un punto de acumulación de residuos naturales como hojas, piedras y ramas. Este tapón alteró la trayectoria del agua y la redirigió, erosionando el terreno e invadiendo zonas que antes estaban protegidas.
La situación es crítica: el flujo desviado ha causado un deterioro progresivo del ecosistema local, afectando también a otras actividades agrícolas del entorno. El ciudadano afectado ha señalado que las advertencias realizadas en su momento fueron ignoradas por parte del personal técnico. Aunque CENIT prometió implementar medidas como una batea para canalizar adecuadamente el agua, la empresa no cumplió con dicha intervención. En su lugar, las acciones tomadas se centraron únicamente en proteger la integridad del tubo, sin considerar las consecuencias para el terreno y el sustento del habitante afectado. Esto ha generado indignación y frustración, especialmente porque han pasado varios años sin que se ofrezca una solución real. Las afectaciones por obra de CENIT en Puerto Wilches no solo suponen un problema ambiental, sino también social, al poner en riesgo el modo de vida de quienes habitan estas zonas rurales.
Reclamos ignorados y ausencia de soluciones reales
Durante años, el ciudadano ha intentado buscar respuestas a través de diferentes canales de comunicación, tanto con la empresa CENIT como con autoridades locales. Sin embargo, sus reclamos han sido sistemáticamente desestimados, o en el mejor de los casos, respondidos con promesas sin cumplimiento. A pesar de que técnicos de la compañía inspeccionaron la zona y reconocieron que se había producido un desvío del cauce natural, las acciones concretas fueron nulas. La única intervención posterior consistió en la construcción de un muro, cuya dirección y diseño, según el denunciante, fue errónea desde el principio. Este muro, lejos de mitigar el impacto, ha contribuido a empeorar la situación. El afectado afirma que incluso alertó al ingeniero responsable sobre la dirección incorrecta, pero fue desoído bajo el argumento de que “él era quien sabía”.
Este tipo de situaciones refleja una desconexión preocupante entre las decisiones técnicas tomadas por empresas privadas y la realidad vivida por las comunidades. Las afectaciones por obra de CENIT en Puerto Wilches no son simplemente un error de cálculo; representan una falta de compromiso con la sostenibilidad y el respeto por el entorno humano y ambiental. La comunidad exige una intervención inmediata, tanto por parte de la empresa como de las autoridades competentes, que garantice la reparación de los daños causados y el seguimiento riguroso de futuros proyectos. La ausencia de soluciones no solo perjudica al ciudadano afectado, sino que envía un mensaje de desprotección a toda la población rural. En palabras del denunciante, “las consecuencias las estoy sufriendo yo, pero mañana puede ser cualquier otro vecino”. Este llamado urgente pone de relieve la importancia de garantizar que las obras de infraestructura no vulneren los derechos de quienes dependen de la tierra y el agua para vivir.