Objetivo del proceso de caracterización en la calle 49
La Alcaldía Distrital continúa desarrollando un plan estratégico para mejorar el orden en el espacio público. En esta ocasión, se dio inicio a la segunda fase del proceso de caracterización de vendedores informales en la calle 49, una de las zonas con mayor actividad comercial del centro de la ciudad.
Este esfuerzo busca cumplir con una acción popular interpuesta que exige la recuperación del espacio público, garantizando a la vez que los comerciantes ambulantes cuenten con un registro actualizado y nuevas alternativas de trabajo digno.
La caracterización no solo permite censar a quienes aún no habían sido incluidos en la primera etapa, sino que también asegura transparencia en la gestión de los espacios urbanos y equidad en la reubicación de los vendedores.
Zonas incluidas en la caracterización de vendedores informales
El proceso de levantamiento de información se realiza de manera detallada en diferentes puntos estratégicos de la ciudad. La ruta de la segunda fase inicia en la carrera novena y se extiende por sectores clave como Casa Matriz, Parque Santander, Parque Bolívar y la Plazoleta de la Constitución.
Posteriormente, el recorrido se dirige a la Plaza de Mercado Central, el Triángulo y continúa a lo largo de toda la calle 49. El trayecto incluye la plazoleta de la DIAN, la plazoleta de Telecom y finaliza en el Parque Infantil, donde se concentra una parte importante del comercio informal.
Con esta cobertura, la Alcaldía busca garantizar que ningún vendedor quede por fuera del censo y que todos puedan acceder a las oportunidades de reubicación que se están promoviendo. En palabras de los funcionarios responsables, se trata de una fase “necesaria para avanzar en la organización del espacio urbano sin dejar a nadie por fuera del proceso”.
Cumplimiento de la acción popular y recuperación del espacio público
La implementación de la segunda fase responde al mandato judicial que ordena la recuperación progresiva del espacio público en la ciudad. Esta acción popular exige no solo el despeje de zonas críticas, sino también un plan integral que respete los derechos de los trabajadores informales.
De acuerdo con la Dirección de Espacio Público y Control Urbano, la caracterización de vendedores informales en la calle 49 es una medida clave para lograr este equilibrio. Al identificar de manera precisa cuántos comerciantes operan en el sector, se pueden diseñar soluciones ajustadas a la realidad de la población.
El alcalde y su equipo han recalcado que la medida no pretende desalojar de manera abrupta a los vendedores, sino ofrecer alternativas de trabajo regulado en espacios adecuados. En este sentido, la caracterización se convierte en una herramienta que permite tomar decisiones basadas en datos verificados.
Reubicación de los comerciantes informales en el Centro Popular Comercial
Uno de los componentes centrales de este proceso es la reubicación de los comerciantes en espacios formales. Durante las jornadas de socialización, se presentó a los vendedores la propuesta de trasladarse al Centro Popular Comercial, donde se han dispuesto locales adecuados para su actividad económica.
La propuesta busca dar una solución sostenible, que beneficie tanto a los vendedores como al entorno urbano. Quienes acepten el traslado podrán desarrollar su negocio en un lugar más seguro y con mayor estabilidad, mientras que los ciudadanos podrán disfrutar de espacios públicos libres de ocupaciones indebidas.
Cabe resaltar que en el censo anterior algunos comerciantes quedaron por fuera de manera accidental. Esta segunda fase abre la oportunidad para que estas personas sean incluidas y puedan acceder a los beneficios de la reubicación.
Uno de los representantes de los vendedores destacó que “todo esfuerzo conjunto con la administración siempre trae ventajas, porque garantiza que nadie quede en la informalidad total y que se les ofrezcan espacios dignos para trabajar”.
Próximas jornadas de sensibilización y pedagogía para los vendedores
Una vez concluida la segunda fase de caracterización de vendedores informales en la calle 49, la Dirección de Espacio Público y Control Urbano tiene previsto iniciar jornadas de pedagogía y sensibilización.
El objetivo de estas actividades es informar a los comerciantes sobre las opciones de reubicación y acompañarlos en el proceso de transición hacia espacios formales. Estas sesiones buscan generar confianza, resolver dudas y fortalecer la relación entre la administración y los vendedores.
Oportunidades para los vendedores interesados en trasladarse
Los comerciantes que decidan trasladarse al Centro Popular Comercial contarán con un proceso de acompañamiento, que incluye asesoría sobre la administración de sus locales y estrategias para fortalecer sus ventas. Además, se contempla la posibilidad de capacitaciones orientadas a mejorar el servicio al cliente, la contabilidad básica y el uso de herramientas digitales para el comercio.
De esta manera, la reubicación no solo representa un cambio físico de lugar, sino también una oportunidad de crecimiento económico y personal. La Alcaldía espera que este esfuerzo contribuya a una ciudad más ordenada, inclusiva y competitiva.
Impacto social y económico de la caracterización de vendedores informales en la ciudad
El desarrollo de la segunda fase de la caracterización de vendedores informales en la calle 49 no solo responde a un mandato legal, sino que también genera un profundo impacto social y económico en la ciudad. Para comprender su relevancia, es necesario analizar cómo el comercio informal ha sido, históricamente, un motor de subsistencia para cientos de familias que dependen de la venta diaria de productos en espacios públicos. Estas dinámicas, si bien cumplen una función económica esencial para quienes las practican, también suelen ocasionar tensiones en el uso del espacio urbano, afectando la movilidad de los peatones, la organización de la ciudad y, en muchos casos, la seguridad de los ciudadanos. La caracterización busca equilibrar estos dos aspectos: por un lado, reconocer la labor de los vendedores como parte de la economía popular, y por otro, garantizar que las calles y plazas mantengan un orden que favorezca a todos los habitantes.
Desde la perspectiva de los comerciantes informales, el censo y la posterior reubicación representan tanto un reto como una oportunidad. Muchos de ellos temen perder a su clientela habitual al trasladarse a un nuevo lugar, pues durante años han construido una relación de confianza con quienes frecuentan la calle 49. Sin embargo, el traslado a espacios como el Centro Popular Comercial puede brindarles mayor seguridad jurídica, condiciones más adecuadas para resguardar su mercancía y la posibilidad de acceder a créditos o programas de apoyo institucional. Estos beneficios a largo plazo podrían compensar la incertidumbre inicial que genera el cambio.
En el ámbito económico, la formalización de vendedores ambulantes también aporta ventajas al distrito. Al integrarlos en espacios regulados, se facilita el control fiscal, la implementación de programas de emprendimiento y el fortalecimiento del comercio local organizado. Esto no significa eliminar la esencia del trabajo independiente que caracteriza a los vendedores, sino crear un escenario más justo donde compitan en igualdad de condiciones con otros negocios. La transición hacia una mayor formalidad permite que los ingresos de los vendedores contribuyan al desarrollo de la ciudad, al tiempo que se les ofrece un respaldo institucional para crecer como microempresarios.
El aspecto social es igualmente relevante. El censo ayuda a visibilizar a un sector de la población que muchas veces ha sido ignorado en las políticas públicas. Cada registro incluye no solo el nombre de un comerciante, sino también una historia personal, una familia que depende de esos ingresos y una trayectoria de trabajo que merece reconocimiento. En este sentido, la caracterización de vendedores informales en la calle 49 se convierte en un ejercicio de inclusión, que permite a la administración tomar decisiones más humanas y cercanas a la realidad de los ciudadanos. De hecho, la implementación de jornadas de pedagogía busca reforzar este vínculo, promoviendo la participación activa de los vendedores en las decisiones que afectan directamente su vida laboral.
A mediano plazo, el impacto positivo se reflejará en una ciudad más ordenada, con espacios públicos recuperados para el disfrute colectivo, sin dejar de lado la importancia del comercio popular. Este tipo de procesos abren el camino hacia una convivencia más armónica entre autoridades, comerciantes y ciudadanos, demostrando que es posible recuperar el espacio público sin desconocer el valor de quienes históricamente lo han ocupado para garantizar su sustento diario.
Conclusión
El proceso de caracterización de vendedores informales en la calle 49 se consolida como un paso fundamental hacia la recuperación del espacio público y la formalización laboral de cientos de personas.
La medida combina la obligación legal de despejar áreas críticas con un enfoque humano que reconoce la importancia de los comerciantes informales en la dinámica económica local. Con la reubicación en el Centro Popular Comercial y las próximas jornadas de sensibilización, se abre un camino de oportunidades que permitirá transformar la relación entre la ciudad, el espacio público y quienes dependen del comercio ambulante para subsistir.