El 1 de octubre de 2022, una explosión devastadora sacudió el asentamiento humano El Diamante en Barrancabermeja, dejando cicatrices profundas en la comunidad. Un año después, los residentes comparten sus historias de lucha y resiliencia.
El Día de la Tragedia
El Estruendo que Paralizó a la Comunidad
Era un sábado por la noche, y la comunidad estaba disfrutando de su tiempo libre. De repente, un estruendo retumbó en todo el distrito petrolero, paralizando a los residentes durante varios segundos. «Nos tumbó de la silla donde estábamos sentados», relata un testigo.
La Explosión y las Llamas
Instantes después, la población corría en pánico. Un expendio ilegal de cilindros de gas había explotado, y las llamas se propagaban rápidamente. «Fueron 14 pimpinas de gas las que causaron esta tragedia», comenta un residente.
Las Secuelas Inmediatas
Las Víctimas y los Heridos
El saldo fue doloroso: tres personas fallecieron y 19 más resultaron heridas, incluidos dos menores de edad en estado grave. «Encontramos una cantidad de cilindros explotando de gas», dijo un oficial de bomberos en el lugar.
La Destrucción Material
Además de las pérdidas humanas, la tragedia dejó un rastro de destrucción material. Cinco casas quedaron completamente destruidas, y más de 100 familias se vieron afectadas.
Un Año Después: La Lucha por Reconstruir
La Ayuda Gubernamental y la Resiliencia Comunitaria
Aunque se recibieron algunos recursos del gobierno, muchos residentes han tenido que utilizar sus propios medios para reconstruir sus vidas. «Por la misericordia de Dios, hoy tengo ese negocio y la idea es seguir saliendo adelante», dice un residente.
El Impacto Psicológico
El miedo persiste en la comunidad, especialmente entre los niños. «El simple ruido de un vaso los asusta, reviviendo la pesadilla», comenta una madre. A pesar de la necesidad, la ayuda psicológica nunca llegó.
La comunidad de El Diamante en Barrancabermeja ha mostrado una increíble resiliencia y lucha para sobreponerse a la tragedia que vivieron hace un año. Sin embargo, aún hay mucho por hacer, especialmente en lo que respecta al apoyo psicológico y la reconstrucción de la comunidad.
